martes, 22 de noviembre de 2011

What a wonderful world

Tras un periodo de inactividad, de meditación profunda sobre lo que es la vida, a donde voy y de donde vengo; viendo el pasar de los días estudiando y observando el final del túnel académico, me decido a retomar los dedos para escribir un poco…
Llega un momento en que el agobio y el miedo puede con nosotros, los bancos de un momento a otro van a quebrar llevándose por delante nuestros ahorros, nuestro dinero, nuestra vida… estamos en vilo siempre, en una situación por la que en otros países no podrían pasar, o llevan pasándola muchos años. No es nada nuevo. No es nada que no se viera venir. No existe economista que no supiera que esto iba a ocurrir. “Se trata de un pico típico dentro de los ciclos normales económicos, mirando la gráfica catapún, a lo largo de la historia económica, nos encontramos con muchos picos al alza y a la baja…” 
Para un humilde botones, estudiante parado, esto resulta un poco chocante. A lo largo de la historia, el ser humano ha sido capaz de cambiar, evolucionar y dar con sistemas cada vez “mejores” para que nuestra humilde existencia fuera más llevadera y justa. Sin embargo hoy en día, por algo que un ignorante como yo no alcanza a comprender, no somos capaces de generar ese “avance”. Grandes eruditos han sido capaces de entretejer nuevos sistemas económicos, políticos y sociales; sin embargo hoy en día parecemos anclados en un conservadurismo y tradicionalismo acomodado. No hacemos sino intentar arreglar este nuestro sistema mundo, a toda costa. Tenemos el edificio medio derrumbado, vemos el esqueleto arquitectónico del mismo. A pesar de todo le echamos cemento y hormigón armado en un intento desesperado de mantenerlo erguido; en vez de intentar levantar otro imponente y nuevo. Con unas cuantas picas el edificio se va a mantener en pie, pero...¿hasta cuando?

Es un desahogo, nada más. No se lo tomen a pecho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario