viernes, 15 de abril de 2011

Utopías

En una sociedad donde el aprovechamiento de ciertos espacios, se tilda de criminal, donde el fomentar la cultura-arte de una manera alternativa se persigue; pues nuestra sociedad es conservadora y tradicionalista, y lo diferente se mira con recelo en todos los sentidos. Los espacios vacíos producto de una desmesurada especulación inmobiliaria son una realidad, y el uso de dichos espacios con fines culturales- artísticos de una manera no lucrativa mediante un proceso de autogestión son criminalizados y perseguidos, eso también es una realidad. En la sociedad en la que vivimos no hay cabida para fomentar éste tipo de proyectos en función del proceso por el cual se llevan a cabo, a pesar de que el resultado final sea incomparable.
No pertenezco al movimiento okupa, pero como ciudadano de a pie, el uso de un espacio con fines docentes, culturales-artísticos, sin ánimo de lucro; lo considero -sobre el papel-, como un proyecto utópico, demasiado hermoso como para ser una realidad, y por desgracia éste sentimiento que acabo de expresar es una realidad negativa, una forma de pensar inherente producto de una socialización concreta.

“Nuestro” país está mejor que el país en el que vivieron nuestros padres, sí, esto es una realidad irrefutable; sin embargo esto no debe ser un freno para seguir mejorando. No se trata de apoyar el movimiento okupa ni ningún movimiento concreto, está por encima de esto; se trata de no etiquetar ni minusvalorar las actitudes positivas producto de mentes emprendedoras alternativas a lo “políticamente correcto”.

Éste documental representa como se alcanza un fin “utópico”, y el choque con la realidad en que vivimos. No tiene desperdicio:







1 comentario: